Función biológica de las macromoléculas:


Los ácidos nucleicos y las proteínas son las dos macromoléculas biológicas más importantes. Ambas son los canales principales de los flujos de información genómica dentro de la célula, que convierten en acciones moleculares el legado genético acumulado. Sabemos que el ácido desoxirribonucleico (ADN) puede guardar información genética a largo plazo, mientras que el ácido ribonucleico (ARN) lo hace normalmente a muy corto plazo. Son las proteínas, y algunas clases especiales de ARN, quienes convierten en el contexto celular esa información en acción. Para comprender cómo realizan estas funciones es muy importante tener una idea de su estructura molecular. Esto debemos tenerlo siempre en cuenta en el ámbito bioinformático, donde a veces hablamos de genes y proteínas como entidades abstractas cuya función es sólo un verbo.
La función biológica de estas moléculas está íntimamente ligada a su estructura. Por ejemplo, la estructura en doble hélice del ADN es en si mismo un mecanismo de protección de la información genética, ya que la información está contenida por duplicado, y asimismo es la base de su mecanismo de replicación.
Las macromoléculas naturales deben plegarse, es decir, deben tomar una determinada conformación tridimensional relativamente estable para desempeñar su función biológica. A esta conformación, sostenida por una red de interacciones no covalentes, se le llama nativa. Por el contrario, las moléculas se despliegan al perderse estas interacciones.
Las funciones más relevantes son la estructural y la enzimática:
Función estructural: Muchas proteínas forman estructuras que organizan la disposición espacial de las células o confieren elasticidad y resistencia a distintos órganos. Ejemplos son las glicoproteínas estructurales de membrana, la elastina (elasticidad), el colágeno (resistencia), la queratina…
Función enzimática: Muchas proteínas actúan como biocatalizadores, posibilitando reacciones biológicas que serían imposibles en condiciones normales.
Función hormonal: Algunas hormonas tienen funciones hormonales, como la insulina y el glucagón encargadas de los mecanismos de regulación de glucosa en sangre.
Función reguladora: Algunas proteínas regulan la expresión de ADN bloqueando o permitiendo la síntesis de otras proteínas, intervienen en la división celular, actúan como sistemas amortiguadores de pH o mantienen el equilibrio osmótico regulando y equilibrando distintas funciones vitales.
Función de transporte: Algunas proteínas como la Hemoglobina en los vertebrados, tienen la función de transportar distintos elementos necesarios para otras reacciones. También son ejemplos las lipoproteínas (transporte de lípidos), el citocromo (transporte de electrones).
Función defensiva: Las inmunoglobulinas o anticuerpos son el más estudiado ejemplo de proteínas defensivas. Las mucinas, algunas toxinas bacterianas, venenos de serpientes son otros ejemplos de compuestos proteínicos con funciones defensivas.
Función contráctil: La actina y la miosina son las encargadas de la contracción muscular. Otras como la dineina posibilitan el movimiento de cilios y flagelos
Función de reserva: Algunas proteínas como la ovoalbúmina están específicamente diseñadas como reserva de aminoácidos.
Estas macromoléculas se sintetizan mediante los procesos de Transcripción y Traducción. Durante el proceso de transcripción se produce una copia de la información genética que se transporta como ARN mensajero hasta los ribosomas (un complejo formado por proteínas y ARN ribosómico). Acto seguido, en los ribosomas, esta información es leída y se realiza el ensamblaje ordenado de los aminoácidos suministrados por el ARN transferente en la proteína en crecimiento.
Bibliografía:
https://www.monografias.com/trabajos100/estructura-macromoleculas-proteinas/estructura-macromoleculas-proteinas.shtml
https://eead-csic-compbio.github.io/bioinformatica_estructural/node2.html

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